Ayer 15 de octubre celebramos en Madrid el Encuentro Moda y Territorio, una jornada impulsada por la Fundación Adolfo Domínguez en colaboración con Legados y Oikos para abrir un diálogo entre productores, industria y diseñadores sobre el futuro de la moda española. Un espacio en el que la moda volvió a mirar al campo, reconectando con sus raíces y explorando cómo el producto local puede ser motor de vida, empleo y orgullo rural.


El origen: recuperar las materias primas que nos definen
El encuentro abrió con la participación de Adriana Domínguez (Fundación Adolfo Domínguez),Valentina Martínez (Oikos) y Javier Dorado (Legados), quienes destacaron la necesidad de reconectar la moda con la tierra, apoyando al sector primario y dignificando los oficios que sostienen nuestras tradiciones.
Productores y cooperativas como Ramón Cobo (Wooldreamers), Álvaro Matías (Alianza por la Lana), José Antonio Martínez (Centro Algodonero Nacional) y Diana Cayuela (Intexter) coincidieron en la urgencia de recuperar materias primas locales como la lana, el lino, el algodón o el cáñamo, no solo por su calidad, sino por su vínculo con la identidad de los territorios.
“Nuestro algodón tiene un valor incalculable”, recordó “Durante años tuvimos que enviar nuestro algodón a Asia, y es una pena, porque tiene un valor incalculable. Hoy producimos con tecnología avanzada y respetando el medio ambiente. El algodón español es sostenible, de calidad, y merece ser reconocido también en nuestro propio país.”José Antonio Martínez.
“El cáñamo no tiene límites y puede cultivarse en distintas zonas del país”, añadió Diana Cayuela. “Pero necesitamos una prioridad política que apueste por estas fibras y las mida en igualdad de condiciones”.

Los participantes coincidieron en que la medición ambiental debe ser justa y equiparada, ya que hoy los indicadores europeos pueden llegar a considerar más sostenible una fibra sintética que una natural. “Tenemos que medir todos los impactos en igualdad de condiciones”, subrayó Ramón Cobo. “El poliéster no puede seguir siendo la fibra más consumida del mundo si queremos una moda con futuro”.
La transformación: industria e innovación
El segundo diálogo reunió a representantes de la industria textil y de centros de innovación como Textil Santanderina, Texfor, Aitex o Iloema.
Mónica Olmos (Texfor) recordó que solo el 1 % de las fibras mundiales son de origen animal, y defendió la necesidad de proteger la capacidad productiva española para no perder la autonomía industrial.

“La oportunidad está ahí, pero necesitamos políticas industriales valientes y estables”, señaló. “Si no cuidamos nuestra capacidad productiva, será difícil que no desaparezcan las fibras naturales de proximidad”.
Por su parte, José Monzonís (Observatorio Textil) destacó la resiliencia de la industria española en un contexto competitivo complejo, en el que los costes y la falta de control sobre productos importados amenazan la producción local.
El eslabón visible: las marcas ante el reto del origen
El último debate reunió a diseñadores y firmas como Ecoalf, Oteyza, Baruc Corazón o Bernardo Cruza, que debatieron sobre cómo llevar las materias primas del territorio a las colecciones de moda y a los mercados internacionales.
Las marcas coincidieron en que el cambio de paradigma ya se ha producido: los consumidores cada vez valoran más la trazabilidad, el origen y la historia detrás de cada prenda. Sin embargo, insistieron en que la clave está en la educación y la narrativa.
“Cuando al consumidor le cuentas que detrás hay un legado cultural que se está perdiendo, lo entiende y lo valora”, compartieron los diseñadores.
“Hay un cambio positivo, pero hay que informar. La sostenibilidad como palabra está agotada; necesitamos contar historias reales, con raíces y significado”.
También señalaron que mientras en alimentación el consumo responsable ha avanzado, en moda la conciencia aún es baja, y muchos consumidores siguen sin saber lo que hay detrás de una prenda. “Durante años el consumidor estuvo muy lejos de ese proceso. Hoy, al menos, empieza a preguntarse de dónde viene lo que viste”, coincidieron.

Una alianza entre moda y territorio
“Queremos demostrar que la moda puede ser una aliada del campo, dando valor a la lana local, generando empleo y construyendo futuro en los pueblos”, explicó Javier Dorado, director ejecutivo de Legados.
El evento concluyó con un espacio de intercambio acompañado de productos locales de Galo Celta, ejemplo del valor añadido que ofrece la producción de cercanía.
- Para Legados, Moda y Territorio no fue solo un encuentro, sino una invitación a que la moda y el mundo rural caminen juntos, uniendo tradición, innovación y orgullo por lo nuestro.








